lunes, abril 6

Derramé mil lágrimas por cada centimetro que nos separa fisicamente, mil lágrimas por cada eco que en mi cabeza hizo tu nombre y apellido cada vez que lo escuchaba de otra persona. Perdí por horas mi alma, te la llevabas con vos en cada mirada fría que mis ojos superaban; escupí verdades en un trozo de papel que nadie leyó, desgaste escenarios buscandote en alguna parte del público que me veía cada noche; pero nunca estuviste.

Era constante tu falta en mí como mi apego personal y emocional a alguien que nunca tuvo el tupé de cruzar los límites por miedo. Miedo, el mismo que injustamente se instaló en mi cuando tenía que olvidarte, porque más allá de todo yo sé que es el miedo el primer factor que no me deja seguir hoy.

Y después de noches de insomnio buscando respuestas hay otra noche igual, y después de un show en el que no estuviste hay otro show igual, y después de vos... seguís vos. Igual.

No hay comentarios: